Recuerdo hace unos años atrás cuando frecuentaba un bar de la ciudad de Rosario (que en ese momento era el único que tenía internet, o uno de los pocos) con la sola finalidad de poder conectarme al canal clarín para “conocer gente”.
Por aquella época, la hora de internet era bastante costosa y recuerdo que con mis amigos juntábamos las monedas para poder chatear 2 horas, como mucho.
Recuerdo que la interfaz para poder “conectarme” a ese canal era bastante sofisticada y aburrida. No era la interfaz amigable, navegable o agradable como puede ser ahora facebook o twitter o en su momento el MSN.
Nada de colores y muy pocos emoticones para poder comunicarte con la otra persona. Todo se basaba en las palabras de la otra persona contra las nuestras.
No estoy hablando de muchos años atrás, en poco más de una década, la internet se ha transformado en una caja de pandora, la cual no cesa de sorprendernos con sus cambios.
Este año, en una materia de la facultad llamada Tendencias, pudimos realizar un tour sobre los grandes componentes de la WEB 2.0.
En ese momento me di cuenta de lo lejanas que habían quedado atrás mis visitas al bar. Parecía casi de la prehistoria.
Desde las redes sociales, en las cuales uno puede saber casi a tiempo real lo que está haciendo su amigo en el otro lado del mundo, hasta los álbumes digitales que podemos subir en uno de los tantos servicios fotográficos como puede ser flickr, ¡Cuántos de nosotros ya no imprimimos las fotos que sacamos!, pasando por youtube, y su gran colección de videos de “lo que busques”. Desde videos chistosos, emotivos, publicitarios, tutoriales, etc.
Hoy en día el internet es un espacio para “expresarse”. Hoy en día queremos (y podemos) “contarle” al mundo cómo amanecimos, cómo estamos o qué vamos a hacer de mil maneras.
El internet hoy en día, es nuestro “lugar común”.
Me pareció importante el aporte de la materia porque en mi caso no me di cuenta del paso del tiempo hasta no comparar el hoy con el ayer. De lo que ayer me parecía tan novedoso y sofisticado, al hoy que es algo cotidiano para mí.
Pero a su vez me doy cuenta que no va a hacer falta otra década para que los cambios de la web sucedan, el ayer ya es pasado y el futuro es hoy.
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